Nacional
LyD: La Mala Distribución de Ingresos No es un Problema Actual
Macarena García, economista senior de Libertad y Desarrollo (LyD), afirmó en El Primer Café de Cooperativa que, a pesar de los esfuerzos de diversos gobiernos por lograr la equidad social, la distribución de ingresos en Chile ha sido deficiente a lo largo del tiempo. La experta explicó que las mediciones históricas de la distribución de ingresos, realizadas antes de la creación de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) en 1987, indican que este problema ha persistido desde que se comenzaron a calcular los datos, lo que sugiere que no es exclusivamente consecuencia de las políticas actuales.
García señaló que el índice de Gini, comúnmente utilizado para medir la desigualdad, ha fluctuado entre 50 y 60 durante más de 100 años, independientemente de las diversas políticas implementadas por gobiernos de diferentes orientaciones. A pesar de las medidas adoptadas, como la fijación de precios, salarios y tipos de cambio, la desigualdad en la distribución de ingresos sigue siendo un desafío, lo que implica que estas soluciones tienden a resultar en un Gini elevado y una mala distribución de la riqueza.
La economista destacó que estos datos revelan que un diagnóstico erróneo conducirá a soluciones ineficaces, sugiriendo que el problema está más relacionado con fundamentos e institucionalidad que con las acciones del gobierno actual. Al comparar con los países de la OCDE, García observó que la distribución de ingresos en el mercado es igualmente mala, pero en su caso, el Estado interviene para corregirla a través de subsidios, no tanto mediante impuestos, como propone el pacto fiscal del Ejecutivo.
Finalmente, García concluyó que es crucial examinar cómo se está llevando a cabo la política fiscal y la efectividad de los subsidios y programas sociales, dado que el Estado cuenta con 700 programas sociales, lo que plantea la interrogante de si es posible mejorar realmente la distribución de ingresos con tales medidas.
García señaló que el índice de Gini, comúnmente utilizado para medir la desigualdad, ha fluctuado entre 50 y 60 durante más de 100 años, independientemente de las diversas políticas implementadas por gobiernos de diferentes orientaciones. A pesar de las medidas adoptadas, como la fijación de precios, salarios y tipos de cambio, la desigualdad en la distribución de ingresos sigue siendo un desafío, lo que implica que estas soluciones tienden a resultar en un Gini elevado y una mala distribución de la riqueza.
La economista destacó que estos datos revelan que un diagnóstico erróneo conducirá a soluciones ineficaces, sugiriendo que el problema está más relacionado con fundamentos e institucionalidad que con las acciones del gobierno actual. Al comparar con los países de la OCDE, García observó que la distribución de ingresos en el mercado es igualmente mala, pero en su caso, el Estado interviene para corregirla a través de subsidios, no tanto mediante impuestos, como propone el pacto fiscal del Ejecutivo.
Finalmente, García concluyó que es crucial examinar cómo se está llevando a cabo la política fiscal y la efectividad de los subsidios y programas sociales, dado que el Estado cuenta con 700 programas sociales, lo que plantea la interrogante de si es posible mejorar realmente la distribución de ingresos con tales medidas.
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