Descubren dos volcanes submarinos en Aysén, un lugar geológicamente único

Una expedición científica internacional ha descubierto dos nuevos volcanes submarinos frente a la península de Taitao, en la región de Aysén. Esta travesía, denominada Vents Canyons and Seeps, fue organizada por el Schmidt Ocean Institute de EE.UU. y reunió a más de 20 expertos de diversas nacionalidades.

El hallazgo se realizó mientras los especialistas a bordo del buque Falkor trabajaban en el Punto Triple de Chile, una zona única en el mundo por su interés científico, donde convergen las placas Sudamericana, de Nazca y Antártica. Lucía Villar, oceanógrafa e integrante de la expedición, comentó sobre la importancia del descubrimiento: A pesar de que se estima que hay alrededor de 100 volcanes submarinos en la plataforma continental de Chile, no se han inspeccionado uno por uno.

Villar, doctora en Ciencias Naturales de la Universidad de Kiel en Alemania y miembro del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, fue recientemente galardonada con el premio For Women in Science 2024, un reconocimiento al talento científico femenino en el ámbito nacional, otorgado por la fundación L'Oréal y la UNESCO.

La investigadora, autora de 13 artículos sobre la exploración de hidratos de gas, subrayó la dificultad de realizar expediciones submarinas en Chile, debido a la envergadura de los buques y la tecnología que emplean. Estos barcos tienen robots que pueden alcanzar profundidades de hasta 4.000 metros, recolectando muestras de roca y tomando imágenes en vivo, tecnologías que nosotros no poseemos, explicó Villar.

La expedición se centró en el Punto Triple de Chile, donde las placas Sudamericana, de Nazca y Antártica convergen, creando un entorno geológicamente único. El objetivo del proyecto era buscar fuentes hidrotermales y emisores de metano en las profundidades. Durante la misión, se confirmó la existencia del volcán submarino Kepuche, previamente descrito por Villar en 2019. Pudimos comprobar que realmente es un volcán activo, con numerosos rastros de lava en sus laderas y una abundante vida floreciendo allí, indicó.

Además, se identificó un nuevo volcán, informalmente denominado Keacnos, que proviene de la palabra kawésqar que significa el creador. Villar destacó la relevancia de este hallazgo para la investigación de la vida en estos ecosistemas extremos. Existen bacterias y microorganismos que se alimentan del metano y producen quimiosíntesis, lo que significa que la vida puede surgir a partir de la química, no solo de la fotosíntesis, afirmó.

La investigadora señaló que uno de los lugares donde podría haber comenzado la vida en la Tierra son estos entornos carentes de luz solar, donde la energía proviene de las profundidades del planeta. Es un lugar propicio para todo tipo de investigación, concluyó Villar.