Conductora de micro narra su extraño encuentro con un pasajero fantasma

Una conductora del sistema RED, Camila Zuñiga, compartió una inusual y recurrente experiencia que vivió con un pasajero que parece ser un fantasma. A través de la plataforma X, Zuñiga relató que el fenómeno paranormal ocurrió durante uno de sus recorridos desde la Alameda hasta el barrio La Pincoya en Huechuraba.

El primer día, mientras circulaba, un caballero con un balde tipo 605 se detuvo en la intersección de Esmeralda con MacIver, frente a la iglesia San Pedro. Le di los buenos días, me respondió con una sonrisa, pagó su pasaje y subió, comentó. La conductora explicó que en ese horario suele estar más alerta ante posibles delincuentes, por lo que reconoce a la mayoría de los pocos pasajeros que suben. Sin embargo, aseguró que nunca vio al hombre bajar del micro ese día, lo que la llevó a pensar que quizás se le había pasado por alto.

La situación se repitió al día siguiente, con el mismo hombre y la misma vestimenta. Por su apariencia, pensé que podría trabajar en el cementerio, cuidando tumbas o flores, no sé. Terminé el recorrido y nuevamente no vi a nadie bajar; hasta revisé el bus y no había rastro de él, relató la conductora.

En su tercer día, el mismo individuo volvió a abordar el micro, y tras haber tomado nota de la situación, comenzó a observarlo a través de la cámara de seguridad para ver dónde se sentaba. Aunque pagó el pasaje, el torniquete no sonó y, por supuesto, nunca se bajó del bus. Solo subió, y ahí comprendí que era un fantasma, concluyó.

Después de compartir su experiencia, Zuñiga afirmó a La Cuarta que no ha vuelto a ver al hombre. Desde que lo mencioné, no se ha vuelto a subir. Sin embargo, hoy en esa misma esquina, se me reinició el tablero. Quiero pensar que fue una falla del bus, comentó.

No obstante, Zuñiga no es la única que ha tenido encuentros con este misterioso pasajero, ya que aseguró que un colega suyo experimentó una situación similar durante las Fiestas Patrias en el mismo recorrido. Hay que estar atentos para que no se suba un malulo al bus. En fin, nunca vi bajar al caballero ese día, así que en mi mente pensé que se me pasó, concluyó.